El6 de mayo se celebra el Día Mundial del Asma, una fecha que nos invita a cuidar nuestra salud respiratoria, sobre todo si ya hemos pasado de los 60. Y también es un buen momento para hablar de otro tema que nos afecta con frecuencia: las dietas estrictas que prometen salud, pero muchas veces nos quitan bienestar.
Por eso, hoy queremos reflexionar sobre dos aspectos fundamentales de nuestra salud: respirar bien y alimentarnos sin culpa.
El asma también puede aparecer con la edad
Aunque solemos pensar en el asma como una enfermedad infantil, lo cierto es que también puede aparecer por primera vez en la madurez. Muchas veces se confunde con bronquitis, alergias o el propio desgaste de los años, y pasa desapercibido.
¿Notas que te falta el aire al caminar? ¿Te despiertas por la noche con sensación de ahogo? ¿Sientes una presión en el pecho cuando cambia el tiempo? Podría tratarse de asma no diagnosticada.
¿Qué puedes hacer?
- Consulta al médico si estos síntomas se repiten.
- Evita desencadenantes comunes como polvo, humedad, humo o perfumes fuertes.
- Realiza actividad física suave para fortalecer tus pulmones, siempre con supervisión si lo necesitas.
Un tratamiento adecuado puede cambiar tu día a día. No normalices sentirte mal.
Comer sin miedo: basta de dietas que nos hacen sufrir
Con la edad, muchos empezamos a seguir dietas “por salud”, pero el exceso de restricciones puede volverse peligroso. El miedo al azúcar, a las grasas o a subir de peso puede llevarnos a alimentarnos con ansiedad y culpa.
Y eso también afecta nuestra salud, tanto física como emocional.
Consejos para alimentarte mejor sin obsesionarte:
- Come variado y en cantidades adaptadas a ti.
- No elimines grupos de alimentos sin recomendación profesional.
- Aprende a disfrutar de una comida sin pensar en calorías.
- Si tienes condiciones como diabetes o hipertensión, consulta a un nutricionista especializado en personas mayores.
También puedes leer nuestros consejos sobre la importancia de desayunar bien después de los 60 o descubrir cómo beber agua a lo largo del día puede ayudarte a sentirte mejor.
Cuidarse no es pasar hambre. Es sentirse bien con lo que uno come.
Un mensaje de Elena Prieto
A veces, las cosas más básicas —respirar y comer bien— son las que más descuidamos. No dejes que el paso del tiempo te quite el derecho a sentirte bien en tu propio cuerpo. Cuidarte, con cariño y sin castigo, es una de las mejores decisiones que puedes tomar.