Solicitar la pensión de jubilación debería ser un trámite sencillo, pero en la práctica, muchos solicitantes cometen errores que luego son difíciles de corregir.
Algunos errores pueden reducir la pensión final, retrasar el cobro o, en casos extremos, llevar incluso a la denegación del derecho.
En este artículo repasaremos los errores más habituales y cómo evitarlos, para que cuando llegue tu momento, todo salga perfecto.
No revisar la vida laboral a tiempo
Uno de los fallos más habituales es no revisar el informe de vida laboral antes de solicitar la pensión.
Errores en los periodos cotizados, lagunas, omisiones de empleos o cotizaciones mal reflejadas son más comunes de lo que parece.
Consejo práctico:
Antes de solicitar tu jubilación, pide y revisa tu vida laboral completa.
Si detectas errores, solicita una corrección cuanto antes. Algunos trámites pueden tardar meses.
No confirmar las bases de cotización
Mucha gente piensa que con los años cotizados basta.
Sin embargo, la cuantía de tu pensión depende de tus bases de cotización, especialmente de los últimos 25 años.
Bases bajas o errores en la cotización pueden reducir de forma importante lo que vas a cobrar cada mes.
🔵 No te fíes: revisa las bases de cotización en el informe que proporciona la Seguridad Social y, si ves errores, actúa rápido.
Pedir la jubilación antes de tiempo sin calcular el impacto
Adelantar la jubilación puede ser tentador, pero también supone importantes reducciones en la pensión:
- Cada año que adelantes puedes perder entre un 4% y un 8% de tu pensión.
- Una jubilación anticipada mal calculada puede dejarte con menos ingresos de los que esperabas.
Antes de pedirla, realiza simulaciones realistas de cuánto perderías. A veces esperar unos meses puede suponer cientos de euros más cada año.
No comprobar si tienes derecho a complementos
Algunas personas pueden solicitar complementos que aumentan su pensión:
- Complemento a mínimos si no alcanzas la pensión mínima.
- Complemento por maternidad (también disponible para hombres en ciertos casos).
- Incrementos por retrasar la jubilación.
Consejo humano:
No des por hecho que «lo aplican automáticamente». Pregunta en tu oficina de la Seguridad Social y solicita lo que te corresponda.
No preparar con tiempo la documentación necesaria
La pensión no se concede con una simple solicitud online.
Debes aportar documentos esenciales como:
- DNI o NIE actualizado.
- Certificado de empresa si acabas de dejar un trabajo.
- Vida laboral y bases de cotización.
- Otros documentos si has cotizado en el extranjero o en regímenes especiales.
Tener todo preparado evita retrasos innecesarios y agiliza la resolución de tu expediente.
Depender de terceros sin supervisar
Algunas personas encargan la solicitud a gestores, abogados o familiares y no supervisan el proceso.
Es un error confiar plenamente: aunque delegues, revisa siempre la solicitud antes de firmarla o enviarla.
Al final, el principal interesado eres tú, y los errores los pagarías tú también.
Solicitar la pensión de jubilación es un paso muy importante en tu vida.
Tomarte un tiempo para revisar tu situación, preparar bien la documentación y entender tus derechos puede marcar una gran diferencia económica durante los próximos años.
Recuerda: un pequeño esfuerzo ahora puede darte una gran tranquilidad para tu futuro.